Más de tres semanas después de que explotara el escándalo, Héctor O’Neill seguía este miércoles aferrado a una silla desde la cual ya es incapaz de ejercer el poder del cargo de alcalde de Guaynabo que ostenta desde 1993.

Thoughts, comments, and viewpoints
Más de tres semanas después de que explotara el escándalo, Héctor O’Neill seguía este miércoles aferrado a una silla desde la cual ya es incapaz de ejercer el poder del cargo de alcalde de Guaynabo que ostenta desde 1993.
Leave a Reply